Disturbios frente al palacio municipal por sindicalistas
Esta tarde, Salina Cruz fue escenario de violentos disturbios después de seis días de protestas laborales y la inasistencia del presidente municipal, Daniel Méndez Sosa, a la mesa de diálogo programada con los trabajadores inconformes. La manifestación, inicialmente pacífica, escaló en violencia y tensión cuando los empleados molestos decidieron incendiar una camioneta propiedad del ayuntamiento en el parque central, convirtiendo la zona en un espacio de riesgo para los transeúntes.
El conflicto entre los trabajadores y el gobierno municipal tiene como trasfondo un desacuerdo sobre las condiciones laborales y el despido de algunos sindicalizados, lo que ha provocado que ambas partes aseguren tener la razón, pero sin ceder en sus posturas. La falta de solución a las demandas ha generado un ambiente de creciente frustración, afectando a la ciudadanía, que no solo ha visto mermados algunos servicios públicos, sino que ahora también se enfrenta a manifestaciones agresivas en espacios públicos de convivencia común.
En un acto de protesta, los sindicalizados ingresaron al Palacio Municipal, que se encontraba cerrado, y sustrajeron equipo de cómputo, documentación y mobiliario, arrojándolos frente al edificio como una forma de rechazar los despidos y la postura del presidente. Este acto de desobediencia se suma a las crecientes tensiones entre los trabajadores y el gobierno municipal, que hasta el momento no ha dado una respuesta oficial ante la violencia y el caos generado en la ciudad.
Los líderes sindicales, como Nancy Tapia y otros colaboradores, señalaron que la raíz de los disturbios radica en el incumplimiento de acuerdos por parte del presidente municipal, quien, según ellos, ha ignorado las demandas legítimas de los trabajadores.
En su mensaje, destacaron que no desean más confrontaciones y que lo único que buscan es una "solución con diálogo". Hasta el momento, el presidente Daniel Méndez Sosa no ha dado una respuesta a los recientes hechos, dejando a la ciudad sumida en la incertidumbre.