La artesanía sigue siendo fuente de empleo para muchas familias en Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, y es que a pesar de los avances tecnológicos, de la industria y de las grandes empresas, el trabajo hecho por las manos mágicas de los zapotecas sigue siendo único, con un enorme valor artístico.
El día de actividad va más allá de las 8 horas establecidas en la Ley General del Trabajo, ya que la tarea es ardua y se requiere de mucha dedicación, así lo cuenta Virgilio Montero Aquino, que desde hace más de 15 años se dedica a la elaboración de la filigrana.
Su taller es una pequeña mesa donde se encuentran todas sus herramientas y los materiales que utiliza, y es ahí donde pasa prácticamente todo el día, procesando cada una de las piezas de la joyería que elabora.
El proceso inicia con la selección de alambre de cobre, que es trenzado sobre una tabla de madera, para posteriormente hacer una lámina fina con la ayuda de un mecanismo manual, para obtener la materia prima con la que se va dando forma a cada una de las piezas.
Sus manos tiene la precisión para colocar cada parte hasta darle forma a las Cadenas, aretes y pulseras a base de cobre, soldadas con bronce, que son parte importante de la indumentaria que las mujeres istmeñas utilizan para ir a las fiestas vestidas del traje traje típico de esta región.
Nos cuenta que al día elabora alrededor de 24 piezas diarias, que son entregados para ser comercializados en la región y en otros estados del país, donde se valora mucho el trabajo de los artesanos y Virgilio es de las pocas personas que se dedican a la elaboración de estos productos en esta ciudad.