Niños y jóvenes enmascarados conocidos como mbioxo, recorren las calles de Juchitán, Oaxaca, como parte del ritual zapoteca que acompaña la procesión de la virgen de la Asunción.
La danza se acompaña con un grupo de flauta, tambor y caparazón de tortuga, que interpreta la pieza musical conocida como Son Mbioxo, que invita a los participantes a danzar a través de saltos, y dando chicotazos con un paliacate.
Este ritual se lleva a cabo en el tiempo para agradecer por las cosechas aun que con el paso de los años, se mezcló con la iglesia católica a partir de la llegada de los españoles en México, convirtiéndose en un ritual pagano.
Esta actividad se realiza como parte de la regeneración del ciclo de la vida, ya que es en este mes cuando se levanta la cosecha, y se comparte los frutos, como parte de los ritos a los dioses.