A cuatro días de la celebración religiosa de la Virgen de Juquila, se mantiene una disputa política que no ha sido atendida y es que el pasado 1 de diciembre, pobladores inconformes con la administración de Felipe Juárez Guzmán tomaron en forma simbólica el palacio municipal.
"Es una protesta pacífica", explicó el señor Narváez, uno de los habitantes que resguardan el inmueble.
A los turistas y peregrinos, añadió, se les permite realizar sus actividades pues no se trata de afectar al comercio ni a terceros.
"El problema es con el presidente municipal, Felipe Juárez Guzmán, quien no ha dado la cara y con las autoridades, que tampoco han hecho caso".
Son cuatro días de la toma del palacio, pero la inconformidad viene de mucho antes, cuando le han pedido apoyo a la autoridad municipal "y no nos ha respondido, ni se aparece".
Uno de los reclamos es que el munícipe Juárez Guzmán se ausenta días de la presidencia municipal y quienes se quedan a cargo, no resuelven.
No solo ha dejado la atención de los problemas municipales, sino otros que competen a la autoridad como representante del municipio.
Por ejemplo, el seguimiento jurídico al conflicto de posesión de tierras con sus vecinos de Santiago Yaitepec y la disputa del lugar de adoración llamado El Pedimento.
De todas las presuntas anomalías, entregaron el pasado 24 de noviembre un resumen al gobierno de Oaxaca, quienes fueron omisos con los temas que les corresponden.
Están en ellos la construcción de la universidad Benito Juárez, los apoyos para los afectados por el huracán Agatha y la falta de insumos, medicamentos y médicos para el municipio.
Además de la petición de un programa integral para la seguridad que lo mismo ha afectado a locales como a visitantes.