10 años sin energía eléctrica por un conflicto agrario, azotado por un sismo de 8.2 grados en el 2017, y afectado por la pandemia del Covid-19, los cerca de mil pobladores de Santa María del Mar, agencia municipal de Juchitán, Oaxaca, siguen marginados por las autoridades y el proyecto de la construcción de una granja solar con un costo de 45.3 millones de pesos que aplica el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), sigue sin concluir.
"Hace 2 años aproximadamente que se inició pero con problemas con los pueblos vecinos, los bloqueos y debido a la pandemia detuvo todo esto y ya no pudo llegar el material hasta la población", dijo Gelasio Mateo, Agente Municipal de esta comunidad.
La obra consiste en la instalación de 273 paneles, con una capacidad para genera 2 mil 072 KWh, suficiente para abastecer de energía eléctrica a esta población, además, se construirá una microred que comprende la instalación de 88 postes, con 2.2 kilómetros de circuito de media tensión y 25 transformadores, que benefician al 100% de la comunidad.
"En mayo se pudo cruzar una mitad de las baterías por Álvaro Obregón, se secó la laguna y pudieron ser transportado por vía terrestre, con los vehículos de Álvaro Obregón hasta Santa María del Mar, pero hasta hoy en día tenemos ese retraso de otra mitad de las baterías, que quedaron allá en el país de China para que puedan ser trasladados por la pandemia, se atoraron allá y no pudieron llegar", destacó.
En el mes de febrero del año 2021, la autoridad de esta comunidad llevó a cabo una manifestación en la ciudad de Oaxaca, donde denunciaron la falta de interés de las autoridades para concluir el proyecto.
"Pero ahorita ya los tenemos en México, ya están en el Puerto de Manzanillo, ya nada más están viendo últimos detalles y serán trasladados hasta San Dionisio y de San Dionisio hasta Santa María del Mar", informó.