El mezcal, que proviene al 100 por ciento del maguey o agave se obtiene por destilación de jugos fermentados con microorganismos espontáneos o cultivados, deleita con su variedad de sabores tan particulares que han acompañado ritos y celebraciones de los pueblos antiguos de varias regiones de México.
En 2023, el mercado de mezcal alcanzó un valor aproximado de 1,65 mil millones de dólares, sin embargo, ante la gran demanda, está en riesgo la autenticidad del mismo, y es que, el mezcal tradicional tiene una connotación cultural y de tradición, y no alcana a atender la demanda mundial en países comparadores de esta bebida como Alemania, Australia, Canadá, Inglaterra, Noruega, Suecia y Estados Unidos.
El Consejo Regulador del Mezcal informó que la producción nacional es superior a ocho millones de litros, siendo Oaxaca el principal productor, con 6.9 millones, lo que equivale al 85.4% de la producción del mezcal en México, es uno de los 9 estados que cuentan con la denominación de origen, y se estiman alrededor de 128 mil productores en la entidad, aunque en muchos casos esta tradición y oficio milenario no representa un costo beneficio para muchos
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, México cuenta con gran potencial para productores de Mezcal y sus derivados, según cifras de 2021, a nivel nacional se tienen 19,000 hectáreas de superficie sembrada de agave mezcalero.
Oaxaca es un estado clave para entender esta riqueza ya que sus magueyes representan el 25% del total registrado para el país, por ende, es el lugar con mayor diversidad. Ahí existen 24 especies: 11 son endémicas, 12 se comparten con Puebla y una más con Chiapas.
Los estados mexicanos que han iniciado acciones para potenciar su producción son Oaxaca, Zacatecas, Durango, Puebla, Michoacán, Guerrero, San Luis Potosí, Tamaulipas y Guanajuato, para poder sobrevivir ante el riesgo que está enfrentando esta popular industria oaxaqueña.