En estos últimos 6 años, con el cierre del gobierno del ex presidente Andrés Manuel López Obrador indicadores como desempleo, exclusión laboral de mujeres y jóvenes, salarios de pobreza y empleos informales, advierten cambios mínimos, estancamiento, y retroceso.
INDICADORES DE ESTANCAMIENTO SALARIAL
34.8 millones de personas equivalentes al 68% de la población ocupada, trabajan con bajos salarios o de pobreza
La tasa de desempleo real es de 10%, apenas 2 puntos porcentuales menos que hace seis años de acuerdo al Observatorio del Trabajo Digno
Resultados del reporte especial del Observatorio, explican que la estructura del sistema laboral no ha cambiado, se mantienen las condiciones de indefensión laboral, los trabajos con salarios por debajo del umbral de pobreza y que además tampoco cumplen con la afiliación obligatoria al acceso a servicios de salud.
Uno de los conflictos que ha tenido un incremento se da en las juntas laborales de todo el país, han aumentado de manera importante el numero de demandas sin resolver, se calculan solo después del anuncio del aumento al salario mínimo 270 mil solicitudes de justicia
La agenda laboral no fue prioritaria para el gobierno federal saliente , salvo el incremento al salario mínimo, que es una medida acertada pero no se alcanzó la meta de cubrir el costo de dos canastas básicas, por ejemplo.
La débil reducción de la pobreza se explica por mayor ingreso laboral en los hogares, pero la realidad estructural del mundo del trabajo no se ha transformado; ahora hay 5 millones de personas más que carecen de salario suficiente para superar la pobreza.
Además de las personas desempleadas, el otro sector excluido son en su gran mayoría mujeres, porque tienen que trabajar en el hogar, en labores de cuidado, pero sin remuneración ni garantías.
Los principales indicadores que reflejan la indefensión de personas con empleo que mantienen una precariedad laboral son, que se sigue careciendo de contratos estables, una organización sindical y representación para la negociación colectiva de salarios y condiciones laborales, lo que aumenta la informalidad, aunque sea sin acceso a servicios de salud y al resto de los mecanismos de protección social del sistema de seguro social mexicano.