Falta de albergue y condiciones; familiares alojan al exterior

Diferentes son las historias que se viven dentro del Hospital General DR. Macedonio Benítez Fuentes, ubicado en la Ciudad de Juchitán, Oaxaca. Unas de alegría y esperanza y otras, no lo son tanto.

Tener que dejarlo todo y viajar para recibir atención médica necesaria que, independientemente de cual sea el padecimiento implica un gran sacrificio tanto económico como físico para muchas familias en el Istmo de Tehuantepec, donde desgraciadamente este servicio es nulo o escaso.

Una vez llegado a la ciudad, el calvario apenas inicia ya que el ingreso del paciente puede verse afectado debido a la pandemia que lleva más de un año con nosotros, posteriormente conseguir los medicamentos necesarios para el tratamiento es otro obstáculo para la correcta atención del paciente, muchas veces el hospital no cuenta con el abasto necesario de insumos médicos representando un gasto importante para los familiares, quienes pueden llegar a gastar de 3 mil a 60 mil pesos aproximadamente en el tratamiento.

Continuando con la travesía, el conseguir un albergue o un lugar donde poder hospedarse durante la estadía del paciente, al igual que la alimentación se vuelven una tarea casi imposible, lo cual les orilla a dormir en casas de campaña improvisada afuera del hospital y comer prácticamente lo primero que encuentren.

Ponciano Castillejos y su esposa, originarios de la población de Niltepec, comenta que afortunadamente la atención que ha recibido su familiar quien lleva 6 días internado ha sido excelente, entre tomografías intubaciones y resultados positivos se desempeña esta historia. Aunque también comenta que en momentos ha tenido que salir por ampolletas en altas horas de la noche y con el miedo que algo pueda pasarle se siente agradecido con amigos y familiares que le han brindado una mano en cuestión económica y alimentaria.

Por otro lado, Glafira de la Cruz originaria de San Juan Guichicovi, pero radicada en Matías Romero quien no ha corrido con la misma suerte, ya que su hija lleva intubada desde el día primero de julio debido a que fue diagnosticada con COVID en el embarazo llegando a gastar 60 mil pesos en medicamentos, afortunadamente el apoyo de su comunidad ha sido constante, el amor de una madre preocupada por su hija hacen que permanezca firme en la casa de campaña improvisada en la que duerme y vigila atenta el avance en la recuperación de su hija.

Jesús del Carmen/Meganoticias