Después de 5 años de estar reubicadas por el colapso del palacio municipal de Juchitán, Oaxaca, las comerciantes que se dedican a la venta de alimentos preparados, regresaron a sus antiguos espacios.
Griselda Martínez, representante de las fonderas de Juchitán, dio a conocer que debido a los trabajos de remodelación del centro histórico de esta ciudad, tuvieron que ser reubicadas provisionalmente en el terreno baldío ubicado en el costado sur del Palacio Municipal.
En ese lugar la autoridad municipal construyó una galera, además habilitó el servicio de agua potable y energía eléctrica, para que se tuvieran las condiciones mínimas, donde puedan estar estas comerciantes.
Informó que la ocupación de este espacio será de manera provisional, es decir, que únicamente permanecerán cerca de 4 meses, ya que deberán continuar los trabajos para la reconstrucción del Palacio Municipal.
Se tiene previsto que durante las tardes el espacio sea ocupado por las vendedoras de garnachas, quienes también deberán desocupar la calle, para que se puedan continuar los trabajos de remodelación.