En días recientes al 10 de junio, se han presentado diversos reportes de aves marinas muertas en distintas playas de Oaxaca, se ha comenzado una investigación por diversas universidades para determinar la causa de muerte, además, las autoridades hacen un llamado a toda la población de tener precaución hasta tener respuestas concretas sobre el fallecimiento de estos animales.
La Secretaría de Fomento Agroalimentario y Desarrollo Rural (SEDAFER), precisa qué el avistamiento de estas aves muertas se ha dado lugar en las playas de Palmarito, Escobilla, Ventanilla, Agua blanca y Guapinole, personal Veterinario de la Universidad del Mar (UMAR), y de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), han realizado 3 investigaciones con muestras de órganos y necropsias de los cadáveres de estos animales, ya que se sospechaba de enfermedades virales, pero la noche del 9 de junio se recibieron resultados emitidos por los laboratorios del Centro Nacional de Servicios de Diagnóstico en la Salud Animal (CENASA), los cuales son negativos a influenza aviar (H5N1) y enfermedad de Newcastle.
Sin embargo, dado que aún no se sabe la causa de la muerte de estas aves marinas, las autoridades recomiendan a la población evitar la manipulación o contacto con estas aves, sobre todo las que muestren aparentes signos clínicos de enfermedad, al igual que evitar el acercamiento de las mascotas a estos animales, en caso de encontrar ejemplares muertos o enfermos en la playa, se deberá avisar a las autoridades, tratando de proporcionar fotografías y datos de la localidad.
Las autoridades que reciban aviso de este suceso, y que deban retirar los cadáveres de la zona, deben seguir el protocolo de biodiversidad para el manejo de aves silvestres en las áreas naturales protegidas, además de utilizar protección especial, como guantes de látex, gafas de protección, cubrebocas, y protectores de calzado, así como utilizar bolsas de plástico para el traslado de las aves fallecidas hasta el sitio de depósito final, estos cadáveres deben ser depositados en fosas de aproximadamente 1.5 m de profundidad, cubrir con cal y cerrar la fosa.
Se siguen realizando investigaciones para determinar la causa de muerte de estas aves, abarcando mayor diversidad y así tener resultados más confiables, mientras tanto se recomienda a las personas tener precaución ante este suceso.