Las nuevas tecnologías cada día han ido desplazando los juguetes tradicionales, pero hace al menos dos décadas, los niños aún practicaban estos juegos, así lo cuenta don Virgilio Marín Orozco, que desde su taller de carpintería muestra que a pesar del paso del tiempo no ha perdido la habilidad para elaborar estos juguetes.
Cuenta que los niños acudían al campo desde donde traían un trozo de madera, con el que se fabricaban estos juguetes, principalmente el trompo, pero buscaban una de las maderas más resistentes para la fabricación de este juguete tradicional.
"En aquel tiempo los chamacos iban al campo, y buscaban el palo de sabiguini en español quien sabe como se llama, y ya traían, a veces señor cuántos trompos me salen en este pedazo de madera que trigo, si me puedo agarrar dos, o cuanto me toca"dijo.
La mayoría de los niños que aún juegan el trompo, solo conocen estos juguetes hechos a base de plástico procedentes en su mayoría de países como China, ya que se dejó de fabricar en las carpinterías de Juchitán, debido a que cada vez fue menos demandado, al grado de ser solo un recuerdo para muchas generaciones, "Ahorita ya nadie lo busca, ya nadie viene que se le haga un trompo, ya como que se fue, como que ya se perdió".
El desplazamiento de los juegos tradicionales para algunos investigadores, también representa la pérdida de valores culturales de los grupos étnicos, que resisten por sobrevivir en los tiempos actuales.