Por Noé Mijangos
Reciclar a la clase política para que no se les descubra su falta de desempeño en sus funciones es una tarea que ya moviliza el gobierno de Salomón Jara en su flamante Jefatura de Gabinete. El que estaba se va a coordinar la imagen pública de Claudia Sheinbaum, poder de decisión del gobernador y no tanto de José Antonio Rueda Márquez.
Para que se comprenda que el sustituto natural en la Jefatura de Gabinete, en la lógica de Salomón Jara haya sido Flavio Sosa, pudieron influir entre otras cosas la creciente demanda de personas perseguidas por la violencia que desde los órganos de gobierno se planean debido al activismo que termina siendo reprimido. La transitoria tarea de un extraño al contexto oaxaqueño como fue la difusa figura del supersecretario saliente y el aval presidencial de Flavio Sosa como el héroe que se merece todas las lisonjas de la 4T, hace que de paso, se logre hacer a un lado a la figura juchiteca de Emilio Montero que ya sabe que su puesto vale lo mismo que un plato de lentejas.
La campaña represiva del gobierno de Ulises Ruiz podría servir de justificación al gobernador del estado Salomón Jara para permitir que el que hoy ocupará la Jefatura de Gabinete, por lo menos a lo que su figura como mártir le permite, contenga los golpeteos que movimientos sociales le reclaman y le ayude también a arreglar desencuentros debido la influencia moral de un Flavio Sosa construido en territorios hostiles.