Manuel Sánchez Gómez/EFE
El Chelsea no pudo con un Manchester United necesitado de la llegada inminente de Ralf Rangnick y que, con Cristiano Ronaldo como suplente, dio una imagen muy gris en su visita a Stamford Bridge (1-1) .
Un gran David de Gea y un error clamoroso de Jorginho permitieron a los 'Diablos Rojos' soñar con la victoria, que les quitó Aaron Wan-Bissaka con un penalti infantil que transformó Jorginho.
En su segundo partido en el banquillo del United, Michael Carrick prescindió de Cristiano de inicio. El técnico priorizaba presionar la posesión del Chelsea y la carga de trabajo de sus jugadores, porque, como bien anticipó, no iban a oler la pelota.
El Chelsea apretó las tuercas de los 'Diablos Rojos' que una tarde más se salvaban por De Gea. El portero español tapó las carencias de su defensa, sin Raphael Varane, lesionado, y Harry Maguire, sancionado, con un mano a mano desactivado a Hudson-Odoi cuando el partido solo acababa de empezar.
Al United le costaba desembarazarse del ansia de pelota del Chelsea y apenas creaba nada. Su primera parte, de medio campo para arriba, fue inexistente. No hizo nada, mientras que los 'blues' se toparon con un larguero de Rudiger, con intervención de De Gea, y otra mano del español a una falta envenenada de Reece James.
Mientras Cristiano se ponía a calentar nada más arrancar la segunda parte, el United se aprovechó del único resquicio del que disponía, un cortocircuito del Chelsea. De un córner a favor de los 'Blues', la pelota salió rebotada hasta el centro del campo, Jorginho, ante la presión de Jadon Sancho y Marcus Rashford, se equivocó en el control y le regaló la bola a Sancho.
Este ya no la soltó hasta batir a Mendy. El gol retrasó la salida de Cristiano, que tuvo que esperar hasta el minuto 65 para saltar al terreno de juego y que nada más entrar se dio de bruces con un penalti de Wan-Bissaka a Thiago Silva al intentar despejar. Penalti tonto, pero penalti.
Jorginho, contra De Gea, no falló y el Chelsea restauró la igualdad con justicia. Se volcó para conseguir la victoria y casi lla logra en el minuto 97 en un fallo clamoroso de Rudiger, pero el United, más que contento con el empate, dio por bueno el resultado y corta la racha de dos derrotas seguidas en la Premier a la espera de Rangnick.
El técnico alemán se encontrará con un United necesitado de trabajo y octavo en la tabla con 18 puntos, a cinco de la Liga de Campeones. Para el Chelsea, este empate supone que su ventaja como líder se reduce a un solo punto sobre el Manchester City y a dos sobre el Liverpool.