Más que elaborar una bebida, hacer mezcal es un don que cada productor posee, un ritual de respeto que se hereda de generación en generación, así lo narra don Gustavo, quien aprendió de su padre y abuelos y hoy, deja este legado a sus hijos.
"Para nosotros esto es una bebida espirituosa, ancestral, artesanal, que lleva una forma de vida, una trascendencia cultural, una importancia espiritual y hay que tenerle mucho respeto porque es muy celosa".
Originario de la región de Valles Centrales, nos compartió que sin duda en estos tiempos ha crecido hasta un 300 por ciento la producción de mezcal en Oaxaca y el país, sin embargo, cada maestro mezcalero tiene el punto exacto de fermentación que dará a ese elixir llamado mezcal un aroma y sabor sin igual.
GUSTAVO REY LUNA / MEZCALERO
"Mientras más dulce tenga un maguey, más tiempo se va a llevar en fermentación, pero el mezcal nos va a rendir más y va a salir más rico, cualquiera de los dos puede salir rico, pero hay que emplear técnicas diferentes para aprovechar al máximo, si ya tenemos un buen maguey, vamos a aprovechar al máximo el rendimiento de cada mezcal".
Actualmente en Oaxaca, se cuenta con al menos el 70 por ciento de los agaves que hay en México, en su mayoría, agaves silvestres, los cuales hacen del mezcal oaxaqueño el mejor mezcal del mundo.