Para muchos migrantes centroamericanos, su paso por Oaxaca representa un verdadero infierno. No solo por los malos tratos que reciben de manera inmediata al cruzar la línea que los ingresa al estado, sino por las extorsiones de las que son víctimas, al tratar de buscar un transporte, alimentación o algún lugar donde poder descansar, durante sus días de tránsito.
Procedentes de países de Centroamérica, principalmente de Guatemala, Honduras y El Salvador, los migrantes que arriban a la entidad por la zona del Istmo de Tehuantepec, en su paso por alcanzar el sueño americano, son agredidos de diversas formas. Su camino se vuelve un martirio al lidiar, sobre todo, con las autoridades migratorias y de seguridad pública, estatal y municipal.
Transportistas en la modalidad de urbans del puerto de Salina Cruz, dan a conocer que han tenido la necesidad de negar sus servicios a migrantes que vienen de Centroamérica y otros países, que no tengan sellos del Instituto nacional de Migración, para evitar problemas, pues representa una pérdida en tiempo de cada viaje
Hace apenas unos días se dio a conocer el resultado de un mega operativo con dos acciones de verificación realizadas en la ciudad de Oaxaca, el Instituto Nacional de Migración (INM), en coordinación con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) del estado, detuvo con fines de deportación a 265 migrantes.
El INM aseguró que los extranjeros eran transportados en "condiciones de hacinamiento y con grave riesgo para la vida de cuando menos 191 núcleos familiares, 26 menores no acompañados y 48 adultos solos.
Es notorio el incremento del flujo migratorio por varios municipios del Istmo de Tehuantepec, varios asentados en las calles de los municipios, otros más deambulando por las carreteras, ante la falta de un transporte público.