Desde que la Secretaría de Educación Pública anunció la estrategia de la implementación del modelo de educación hibrido, surgieron algunas posturas opuestas que señalaron las dificultades que podría presentar este mecanismo, por la falta de condiciones tecnológicas y de infraestructura en la mayoría de las entidades del país.
Tan solo en Oaxaca, existen 41 municipios que a tres años del sismo del 7 de septiembre, las familias aún están pasando en situaciones difíciles por el proceso de reconstrucción, aunado a la condición económica por los efectos de la pandemia del Covid-19, como es el caso de Reyna Jiménez Chiñas que es una artesana de la ciudad de Juchitán de Zaragoza, que su hija no podría seguir estudiando en este ciclo escolar, por la falta de condiciones.
Con todo el dolor de mi corazón decidí hablar con mi hija y decirle que este año no iba a estudiar, precisamente por faltarle los medios tanto económicos como audiovisuales que ella pudiera ocupar en ese sentido, porque tampoco sería, yo tengo el tiempo de sentarme a estudiar con ella, o la ayudo en sus, ahora si que en sus tareas escolares o me pongo a trabajar, porque de alguna u otra manera estaríamos perdiendo porque yo soy el único sustento de la casa", dijo.
A pesar de que las autoridades sanitarias en algún momento decreten el semáforo verde para el regreso a clases de manera presencial, existen 200 escuelas en la entidad Oaxaqueña que aún están en proceso de reconstrucción.
La mayoría de las escuelas afectadas por el sismo de 8.2 del 7 de septiembre del 2017, permanecen aún en obra negra, estas se ubican en los municipios de la región del istmo, donde por problemas administrativos y sindicales los trabajos aún no han concluido.
Realizar una adaptación de sana distancia o mecanismos de salud ante un regreso a clases presencial será difícil trazar cuando aún se toma clases en escuelas inconclusas e incluso bajo lonas.