Desde el pasado mes de abril de este 2019 el programa de Zonas económicas especiales que impulsó la administración pasada fue desaparecido por considerar que eran "barriles sin fondo" nunca ayudaron, se compraron terrenos y derrocharon recursos, afirmo López Obrador, ubicadas en Puerto Chiapas, Coatzacoalcos, Veracruz; Lázaro Cárdenas Michoacán, Guerrero; Progreso Campeche y Tabasco generaron una enorme expectativa sobre todo para inversionistas extranjeros y nacionales, con millonarios presupuestos del gobierno federal utilizados en distintos rubros, sin que se halla registrado beneficio para la mayoría de los habitantes de estos lugares
Una de las más esperadas en Oaxaca fue la decretada para Salina Cruz, que vendría a sustituir el anejo plan de Porfirio Díaz de unir a los dos océanos, y acceder a los principales mercados internacionales vía marítima, promesa que por cierto al día de hoy sigue en la mente de los políticos, apuntaba a que habría un beneficio en cuando menos diez años, particularmente en Salina Cruz, una vez más este proyecto que aseguraba viabilidad, solo se quedó en estudios, visitas de funcionarios de diferentes niveles de gobierno, empresarios, especialistas e incluso se crearon algunas carreras en instituciones educativas acordes al proyecto, sin embargo el sexenio López obradorista cambia una vez más este pequeño avance, para decretar que el corredor interoceánico será el detonante económico para Oaxaca y Veracruz.
Esta ciudad continua a la espera de la reconfiguración de la refinería Dovali Jaime, también a la espera de que la bocana del puerto se amplíe, para tener el movimiento de carga de petróleo y comercialización con Asia y Europa hoy Salina Cruz carece de infraestructura para inversionistas, así como de certeza legal de las tierras, entre una crisis de falta de obra pública por parte del actual presidente Morenista Juan Carlos Atecas Altamirano