El trabajo informal ha permitido que muchas personas puedan tener ingresos para el sustento familiar, pero evaden el pago de impuestos y requerimientos establecidos por la ley.
Una persona que se encuentra dentro del empleo formal, debe cubrir el 16% del Impuesto sobre la Renta (ISR), además el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), hace una retención entre el 3.281% hasta 3.869% de acuerdo al salario base que se tiene.
También está el Impuesto Sobre Nóminas o ISN, que es un impuesto estatal que grava la realización de pagos de dinero por concepto de remuneraciones al trabajo personal en relación de dependencia
Sin embargo, los comercios legalmente establecidos que pagan todos sus impuestos, ven como una competencia desleal, ya que se ven obligados a tener que ajustar los precios de sus productos.
En México, poco más de 32 millones de personas se encuentran en condiciones de informalidad laboral, repuntando a 55,23% de la población ocupada en el país. De acuerdo con los datos más recientes de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), la tasa de informalidad incrementó desde el 54,85% en que se encontraba a finales de 2022, definiendo a la población informal como el universo de personas laboralmente vulnerables.
Oaxaca tiene una tasa de 81.7% de trabajadores en la informalidad, en segundo lugar está Guerrero, con el 79.3% de los empleados que están esa situación, y le sigue Chiapas, con 77.7% de las fuentes de trabajo que están en la ilegalidad, así lo reporta la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano.
Las altas tasas de informalidad registradas en Oaxaca, Guerrero y Chiapas se dan porque los trabajadores prefieren trabajar en la informalidad por no pagar las altas tasas de impuestos ni la carga de seguridad social y otros de los motivos es por la falta de oportunidades y fuentes de empleo en el mercado laboral.