En plena pandemia, las mujeres embarazadas han mirado a la partería como una de las mejores opciones. Sin embargo, esta práctica no siempre es remunerable debido a que las parteras muchas veces dan apoyo a madres de escasos recursos y no reciben apoyo del gobierno estatal.
Por la pandemia por covid-19 las parteras han tenido dificultades y, aunque el número de atenciones ha crecido, la mayoría de ellas no cobran, aunque esperan que más mujeres se interesen en el parto humanizado y natural dirigido por las mujeres con estos conocimientos ancestrales.
Sin embargo, a pesar del esfuerzo del gobierno del estado para integrar a las mujeres en labores de parto tradicional, las parteras no reciben apoyo ni antes ni durante la pandemia. Lo que generó, por momentos, desabasto de insumos e incremento de precios en productos como cubrebocas, guantes y gel antibacterial, las parteras también necesitan apoyo en cuanto a los equipos de protección personal.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el 2020 como el año Internacional de Enfermería y Partería para reconocer a las mujeres dedicadas a dirigir los partos naturales como una alternativa para erradicar la violencia obstétrica.
Entre abril y junio de 2020 hubo 235 mil nacimientos en todo México, calcula el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (CNEGSR) de la Secretaría de Salud.
El pasado 10 de abril se publicó los Lineamientos para la prevención y mitigación de Covid-19 en la atención del embarazo, parto, puerperio y de la persona recién nacida; explica que ningún hospital dedicado a atención ginecobstétrica será reconvertido en centro para pacientes de Covid-19. Pero sugiere, entre varias medidas para ampliar la atención primaria, la habilitación de casas maternas, y para garantizar que haya personal suficiente, incorporar parteras tradicionales y profesionales para atender embarazos de bajo riesgo.
La Red Mexicana de Parteras Autónomas han hecho notar que, por la crisis sanitaria, los hospitales reportan saturación y por ello, considera necesario el reconocimiento social de la partería, porque es una opción y alternativa viable para las mujeres sin embarazos complicados.
Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestran que, en 1985, primer año de registro, hubo 810 mil nacimientos en domicilio atendidos por enfermera o partera, que fueron cayendo progresivamente hasta 74 mil 549 en 2018, una reducción del 91%. Mientras que los atendidos por médicos en una clínica u hospital subieron de 1.5 a 1.9 millones, 23% más.
En México según un estudio de la partería difundida en el 2017, reporta que el 96 por ciento de los partos nacen en hospitales y pesar de eso, en México hasta el 27 de diciembre del 2019, según el Observatorio de Mortalidad Materna en México murieron 690 mujeres por complicaciones gineco obstétricas y en Oaxaca fueron 26 mujeres las que perdieron la vida al dar a luz.