Por falta de electricidad niños ikots no pueden tener clases

Desde el 2009, existe un conflicto entre estos dos pueblos ikots, por la disputa de 1373 hectáreas de tierras de colindancia, y que provocó que se le cerrara el paso a los indígenas de Santa María del Mar, además se les quitó el suministro de agua potable y el fluido eléctrico que atraviesa en la comunidad de San Mateo del Mar.

El Gobierno Federal a través del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) anunció la inversión de 45.3 millones de pesos para la construcción de una granja solar, que alimentará de energía eléctrica a toda la población, sin embargo la obra se ha suspendido por oposición de los pobladores de San Dionisio del Mar, que no han permitido el ingreso de todos los equipos que se requieren.

Irma Pineda, Integrante del Foro Permanente para las cuestiones indígenas ante la ONU, explicó que esta comunidad no cuenta con las condiciones para que los niños y las niñas puedan recibir sus clases.

Al ser la vía marítima la única salida al pueblo, durante la temporada de los fuertes vientos que azotan en la región entre octubre a marzo, las clases se suspendían constantemente, debido a que los profesores no pueden ingresar a la comunidad.

Con la implementación del confinamiento social por el Covid-19, las aulas permanecerán cerradas, pero la falta de energía eléctrica imposibilita a los estudiantes a poder tener acceso a la educación en modelo híbrido, como lo propone la Secretaría de Educación Pública (SEP). 

Para el gobierno federal y estatal no hay un proyecto contundente para resolver los conflictos agrarios que conllevan a un rezago educativo, social y económico en comunidades indígenas, que en pleno siglo XXI tienen dificultades para acceso a las tecnologías.