Por la contaminación escasea la jaiba azul en Playa Vicente

 Habitantes de la comunidad pesquera de Playa Vicente, perteneciente a Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, padecen la escasez de la jaiba azul, debido a la grave contaminación que afecta esta zona ubicada en la región del istmo de Tehuantepec y por el cierre permanente de la Barra de San Francisco que conecta al sistema lagunar con el Océano Pacífico.

 Desde hace más de 5 años, los pescadores vienen denunciando que cada vez se obtienen menos productos de la laguna superior, y este problema afecta a más de mil pescadores tanto de esta comunidad como de la cabecera municipal.

"La jaiba azul pues es la que tenemos, teníamos en abundancia hace unos 5 años, aquí en la laguna, en el mar, y eso, el tema de la contaminación, mas el cierre de la boca barra, es algo que nos está perjudicando ahora en la actualidad, ya que esta especie que acabo de mencionar que es la jaiba azul escaseo, escaseo tanto que teníamos una producción de hace 5 años de 3 toneladas a 4 toneladas diarias, ahora imagínese usted que no podamos captura por lo menos unos 10 kilos al día esa es una afectación gravísima en el sistema lagunar", dijo Fernando Santos, Agente Municipal de esta comunidad. 

Cabe destacar que tan solo en la ciudad de Juchitán, Oaxaca, se generan cerca de 130 toneladas diarias de residuos sólidos urbanos, que en su mayoría van a terminar en la laguna superior, además de la gran cantidad de aguas negras que generan los 9 municipios donde atraviesa el río Los Perros.

A pesar de la crisis que atraviesa este sector, no existe ningún programa que permita la recuperación económica de las familias que dependen directamente de esta actividad, y muchos buscan realizar otras actividades para poder sobrevivir.

El Gobierno Federal a través del programa de BienPesca otorga de manera anual 7 mil 200 pesos para cada uno de los pescadores debidamente registrados, sin embargo, un aproximado de 100 personas no recibieron este apoyo.

En el año 2019, el Instituto Nacional para los Pueblos Indígenas (INPI) autorizó la aplicación de 350 mil pesos para un programa de limpieza y reforestación de la playa, pero la segunda parte del proyecto ya no pudo ser autorizado por esta misma dependencia.