El incremento en el precio del huevo, uno de los productos esenciales en las mesas de las familias mexicanas, ha cobrado gran relevancia para las jefas de familias, al referir, que este producto no puede faltar en sus despensas, sin embargo, en los últimos meses, el precio final de venta, no ha dejado de incrementar, pasando de entre 45 y 50 pesos el casillero de huevo, hasta los 80 pesos.
En el caso de la mayoría de las familias, el impacto ha sido en la reducción de piezas al momento de comprar, ya que sus ingresos no les permiten llevar periódicamente un paquete de 30 huevos como anteriormente, hoy compran 20 o 30 pesos, solo para ciertos platillos.
En lo referente a los comerciantes, declaran que este incremento en el huevo, por casillero o por caja, representa un aumento de 100 a 300 pesos en sus gastos finales por día, ya sea para la elaboración de postres o platillos típicos, por lo que la única opción, es incrementar el precio final de sus productos, acción que es cuestionada y factor de descontento de las jefas de familia, quienes ven limitadas a sus compras cotidianas.
Actualmente el casillero de huevo grande en municipios del Istmo de Tehuantepec, se adquiere entre los 75 y 80 pesos, mientras que los de menor tamaño, entre los 65 y 70 pesos, no obstante, por unidad se compra hasta en 3 pesos. Las jefas de familias esperan que en próximas semanas el precio final del huevo, se pueda estabilizar y con ello reducir un poco el impacto a la economía local.