Con 29 votos a favor, el pleno de la LXV Legislatura, reformó la constitución local, para prohibir desde la Carta Magna, el matrimonio infantil y juvenil en Oaxaca.
Desde tribuna, se destacó que el primer paso para erradicar un problema es visibilizar su existencia en estos sectores.
En el 2019, Oaxaca ocupó el tercer lugar a nivel nacional por el número de uniones entre infantes, según un estudio realizado por el CEMPAG del Congreso del Estado.
A pesar de que, en la legislatura estatal, para contraer matrimonio categóricamente se señala que, es requisito necesario que los contrayentes deben tener dieciocho años de edad; de manera cultural, estas uniones continúan persistiendo en Oaxaca y se dan de manera informal y con consentimiento social.
Lamentablemente esas uniones, que tradicionalmente se han normalizado en diferentes partes del Estado, despojan a las niñas de su infancia, y las induce:
? A quedar embarazadas durante su adolescencia, lo cual incrementa el riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo y el parto.
? A tener menos probabilidades de seguir asistiendo a la escuela y prepararse profesionalmente.
? A ser víctimas de trata de blancas.
? A poner su vida y salud en peligro.
? A sufrir desigualdad dentro del hogar.
? A ser más propensas de sufrir violencia doméstica, entre otras.
Hoy Oaxaca avanza y eleva a al rango constitucional la prohibición de esa acción.
El dictamen aprobado establece que, en Oaxaca, para contraer matrimonio, las personas obligatoriamente necesitan haber cumplido dieciocho años de edad.
"Prohibiendo cualquier otro tipo de unión equivalente de hecho o de derecho con personas menores de edad; y que los usos, tradiciones o costumbres, no serán justificación para realizar esta práctica".
El objetivo también es garantizar los derechos de las niñas, niños y adolescentes, así como el pleno ejercicio de sus derechos, erradicando los matrimonios forzados infantiles, lo cual solo será posible fortaleciendo las leyes.
Se contribuyan a eliminar estas prácticas culturales que lastiman la dignidad humana de nuestras niñas oaxaqueñas.