Aunque no se sabe con precisión cuando y quienes son los autores de las primeras piezas que se ejecutan con flauta y tambor en Juchitán, algunas estas se le adjudican a Cenobio López Lena, que era un músico ciego, dibujado en el libro el Sur de México, de Miguel Covarrubias, a principios de siglo pasado.
Con el paso de los años, la ejecución de este instrumento se ha ido heredando de manera empírica en muchos casos, algunas de estas piezas musicales son ejecutadas en los rituales y posteriormente en las actividades de las fiestas patronales.
Para continuar con la tradición, el DIF Municipal de Juchitán implementa un taller en el Centro Recreativo Infantil de la Colonia Rodrigo Carrasco López, donde se le enseña a los niños y niñas la ejecución de estos instrumentos de la cultura zapoteca.
La música zapoteca está ejecutada por una flauta de carrizo, caparazón de tortuga, cuernos de venado, bombo y tambores, hechos de manera artesanal, por los propios músicos, quienes además han estado aplicando un método práctico para la enseñanza de esta tradición musical.
En este taller se le enseña a los participantes a ejecutar sones tradicionales y algunas melodías conocidas como prehispánicas, que se ejecutan durante las regadas de frutas, labrada de cera y otras festividades.