Con 36 votos a favor, el Pleno de la LXV Legislatura local reformó la Ley Estatal de Salud, para prevenir y eliminar la violencia obstétrica en el estado.
Con la modificación aprobada, quedó establecido en el artículo 56 que el personal médico debe de dar a las mujeres embarazadas "la atención humanizada, sin violencia, ni discriminación, y con enfoque de derechos humanos durante el embarazo, el parto y el puerperio".
Asimismo, que la mujer embarazada si lo desea "en todo momento puede estar acompañada por algún familiar, amistad o persona de su confianza durante el trabajo de parto, el parto, en su caso el procedimiento de cesárea y en toda la atención materno-infantil".
Mientras que en el artículo 59, se determinó que las autoridades sanitarias del estado deberán implementar acciones para impulsar y fomentar la capacitación y sensibilización continua al personal de salud que presta servicios en la atención gineco-obstétrica para evitar prejuicios basados en la discriminación de las mujeres y brindarles información sobre sus derechos relacionados con el embarazo, el parto y el puerperio.
De igual manera, en el artículo 62 se estableció que el personal de salud tendrá la obligación de informar a las mujeres embarazadas sobre su derecho a estar acompañadas por una persona de confianza durante el trabajo de parto, el parto, el procedimiento de cesárea y en toda la atención materno-infantil, debiéndose tomar las medidas de higiene y seguridad necesarias.
Estas modificaciones aprobadas surgen de tres iniciativas de reforma, las cuales fueron presentadas por el diputado Sergio López Sánchez, la legisladora Mariana Benítez Tiburcio, las diputadas Elvia Gabriela Pérez López, Eva Diego Cruz y por el congresista Samuel Gurrión Matías.