Ante el atentado que sufrió un encuestador del INEGI en Juchitán, la institución tomó la decisión de reforzar las medidas de seguridad de los colaboradores, ya que las actividades no serán suspendidas.
El coordinador estatal, Jorge López Guzmán, confirmó que durante la mañana de este día un entrevistador fue agredido a balazos cuando se encontraba realizando sus labores, y su estado de salud es estable.
Indicó que se decidió eliminar los dispositivos móviles que se están utilizando para el censo, y ahora será de manera manual, sobre hojas de papel, además se formarán brigadas para que puedan hacer las visitas domiciliarias en cada una de las viviendas que serán encuestadas.
Destacó que en el Estado participan un total de 6 mil encuestadores, que recorren los más de 500 municipios con los que cuenta la entidad, y el único hecho que se había registrado fue un asalto en la capital, donde fue arrebatado el equipo.