Salina Cruz ha sido un municipio clave para los Gobiernos Federales, este pequeño territorio enclavado en la región del Istmo de Tehuantepec, es la última comunidad conformada de dicha región, sin embargo, rápidamente se ha convirtió en el complejo industrial central de la región y en uno de los puertos más importantes de México.
Con el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, Salina Cruz se convierte en sede de proyectos como el puerto petrolero y comercial que se cataloga como el más importante de América Latina, una planta coquizadora en la refinería Ingeniero Antonio Dovalí Jaime, sede de un polo de desarrollo, así como punto central del tren de pasajeros y carga.
Obras relevantes e importantes, no obstante, una ciudad sin desarrollo logístico, no avanza equitativamente.
En el 2017, la ciudad de Salina Cruz, Oaxaca, fue incluida dentro del Programa Ciudades Emergentes y Sostenibles (PCES), propuesto por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El Plan de Acción "Salina Cruz Próspera, Inclusiva y Resiliente", que estuvo a cargo de Banobras y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por un año, reveló, que de los 127 indicadores para ser una ciudad emergente y sostenible, 55 se encuentran en estado crítico y 32 muestran algunas dificultades.
Salina Cruz cuenta con 84 mil 438 habitantes, de acuerdo al último censo del INEGI, con un registro oficial de 79 colonias, 5 agencias y un núcleo rural, teniendo como urgencias un proyecto de reordenamiento, tanto de vivienda, vialidades, así como obras de drenaje, agua potable y saneamiento.
Temas que no deben dejarse a un lado, y que de acuerdo de autoridades y consejos ciudadanos, debería ser una prioridad para no provocar ser un retraso para proyectos tan relevantes como el Corredor Interoceánico, puerta del comercio internacional.