Desde que inició la crisis del Covid-19, uno de los sectores más afectados por la pandemia, fue los restauranteros y palaperos pues a pesar de que algunos establecimientos de este tipo siguieron operando, las limitaciones que enfrentaron, como vender alimentos solo para llevar, significaron un importante freno a su actividad.
Una Semana Santa totalmente diferente se vivió este año, no hubo vacacionistas y las playas estuvieron desiertas, la comercialización se detuvo y se agudiza la crisis económica, así lo expresó, Andrea Guadalupe Sanjinés Juárez, propietaria del restaurant "la Shunquita", ubicada en la agencia de la Salina del Marqués, en el Puerto de Salina Cruz. Señaló que todas sus esperanzas estaban puestas en esta temporada vacacional, invirtieron en la rehabilitación del restaurante para ofrecer un mejor servicio a los turistas, inversión que pensaban recuperar en Semana Santa, pero fue todo lo contrario.
"Unas pérdidas del 80%, nos afectó muchísimo en realidad, muchísimo porque damos un servicio al público, el no salir de casa, el enciérrate, venía semana santa es una época que todos los restauranteros estamos acostumbrados a recuperar perdidas de enero, febrero que son meses bajos y viene esto de la pandemia exactamente una semana antes de los eventos de semana santa, nos pegó fuertísimo..."
Aseveró que son los trabajadores fueron los más afectados por esta situación que ha generado la emergencia de salud, pues existió un número considerable de recorte de personal; así mismo comenta que debido a la transición del estado al color amarillo del semáforo epidemiológico han reiniciado sus actividades, pero solo al 30%
"Nos afectó económicamente, más el personal que teníamos laborando, era un personal de 23 laborando y nos quedamos con un personal de 5, ahorita con el nuevo semáforo amarillo pues ya estamos incrementando y trabajando con las medidas de sanitización..."