El pasado 28 de junio del presente año en el río los perros de la ciudad de Juchitán, Oaxaca, aparecieron muertos cientos de peces de la especie de Morra Tilapia, y de acuerdo a los estudios realizados el área de investigación de la Universidad del Istmo campus Tehuantepec, la principal causa fue ante la falta de oxigenación del agua, debido la contaminación provocada por la descarga del drenaje sanitario.
"Entonces las aguas quedaron con muy bajos niveles de oxigeno, entonces el problema es la gran contaminación de aguas residuales que se vierten en el sistema del río de Los Perros, y al final va a caer en el sistema lagunar", dijo el Biólogo Horacio Domínguez Escalona.
Entre los ríos más contaminados en la entidad están El Salado, el río Atoyac ubicados en la ciudad de Oaxaca, Los Perros y el Río Tehuantepec de la región del Istmo, todas estas afectadas por las aguas negras y tóxicas.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía e Informática (INEGI) reportó que Oaxaca ocupa el segundo lugar en el país, con un total de 183 plantas de tratamientos de aguas residuales, sin embargo la Comisión Estatal del Agua informó que solo operan 25, que se ubican en Huajuapan de León, San Antonio de la Cal, El Espinal y Oaxaca de Juárez, y de 30 que están distribuida en diferentes regiones de la entidad que trabajan con deficiencias, y el resto se encuentra en total abandono, de estas58 de estas están en la cuenca del río Salado y Atoyac.
"Tenemos un drenaje colapsado, no hay plantas de tratamientos, tenemos 10 plantas de tratamientos de tratamiento de aguas residuales en toda la cuenca, y solamente funciona una, la del Espinal, entonces es una problemática muy severa", dio a conocer Tomás Chiñas Santiago, integrante del Comité de Cuenca del río Los Perros.
No hay que olvidar los daños ambientales causados por los constantes derrames de hidrocarburos ocurridos en las costas Oaxaqueñas, por la operación de Petróleos Mexicanos (PEMEX), que ha causado la muerte de miles de especies marinas y ha dañado la economía de cientos de pescadores que viven de los productos del mar.
Además de la contaminación de las aguas marinas, la operación de la refinería Antonio Dovalí Jaime de Salina Cruz, también provoca la contaminación del aire, según el reporte del inventario de emisiones a la atmósfera, que indica un alto aporte de dióxido de azufre (SO2) y partículas menores a 10 y 2.5 micrómetros (PM10 y PM2.5), que genera una mala calidad del aire en este municipio.