Él es Abelardo Serapio Hernández, un salinacrucense de 55 años de edad que debido a un accidente quedó con discapacidad desde hace más de 15 años, por lo que depende de su familia no solo económicamente sino también para realizar sus actividades.
Comenta que en años anteriores no pudo ser beneficiario de un programa para personas con su misma condición ya que superaba el rango de edad para solicitarlo y por eso ha batallado mucho para salir adelante.
Este año tiene la esperanza de que sea aprobada su solicitud en el programa de pensión Bienestar y así poder tener ingresos que le permitan pagar los cuidados especiales que él requiere, principalmente cuando tiene que hacer sus necesidades básicas.
Además, espera que este tipo de apoyos puedan recibirlo, no sólo él sino también el resto de la población que por su estado corporal y de salud, tienen una baja calidad de vida.