Se mantienen 46 conflictos indígenas en Oaxaca
La Comisión de los Pueblos Indígenas (CDI) en su estudio más reciente dio a conocer que en México existen 12 millones 25 mil 947 personas indígenas, mientras que la encuesta intercensal 2015 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dice que en la república mexicana hay 25 millones 694 mil 928 indígenas auto adscritos al INEGI. Considerando que la población total supera los 120 millones de habitantes, la población indígena representa el 20 por ciento.
Un informe de la Comisión para el Diálogo con los Pueblos Indígenas de México reveló que existen por lo menos 312 conflictos indígenas en el país. 48 casos refieren a resistencia de proyectos mineros, 47 tratan de problemas agrarios, programas y servicios gubernamentales con 28, la falta de respeto a los derechos indígenas con 27, mientras que proyectos de infraestructura tienen 26 situaciones.
El estado de Oaxaca ocupa el segundo lugar a nivel nacional con 46 disputas, sólo por debajo de Chiapas con 60. Por su parte la entidad poblana se sitúa en tercer lugar con 32 y le sigue Guerrero con 29 conflictos.
En el caso de la entidad, existen 46 conflictos producto de resistencias de comunidades indígenas, principalmente mixtecos, zapotecos, mazatecos, chatinos, zoques y mixes.
Entre los casos más emblemáticos de resistencia se encuentran el que mantienen habitantes de San Jerónimo Silacayoapilla, quienes rechazaron el proyecto de una empresa minera en sus terrenos comunales. De igual forma, en Magdalena Teitipac, de la región de los Valles Centrales, se oponen a la minera Plata Real, por contaminar los mantos freáticos durante sus trabajos de exploración.
En la Sierra Sur, los zapotecos, chatinos y mixtecos se organizaron en la defensa de sus recursos naturales para no permitir el reingreso de Altos Hornos de México (AHMSA) a Santa María Zaniza o a cualquier otro municipio de esa región que tiene los mayores índices de marginación, y en donde se ubica un gran yacimiento de mineral de fierro.
Respecto a los proyectos eólicos, pobladores de Unión Hidalgo han demandado la remoción de aerogeneradores que se han instalado en la zona urbana. A su vez, la Asamblea Popular del Pueblo Juchiteco (APPJ) rechazó la construcción del parque eólico de la empresa Gas Natural Fenosa, y han bloqueado las obras, hecho que les ha generado amenazas y violencia por parte de la empresa.
En la zona huave del Istmo, existe un conflicto agrario entre indígenas de las comunidades Santa María del Mar, municipio de Juchitán, y San Mateo del Mar, por la posesión de mil 361 hectáreas de cultivo, exigen a las autoridades agrarias dar certidumbre en la tenencia de la tierra. Derivado de este asunto, San Mateo del Mar bloqueó el único camino terrestre que comunica a Santa María del Mar por lo cual se han visto obligados a transportarse vía marítima.
Las comunidades de Zimatlán de Lázaro Cárdenas, municipio de Putla y de San Sebastián Nopalera, municipio de Santa Lucía Monteverde, mantienen un conflicto añejo de aproximadamente mil hectáreas de terreno que ha generado amenazas, hostigamiento, retención de personas, enfrentamientos, heridos y muertos.
A pesar de la implementación de políticas y proyectos para tratar de concluir con la conflictividad agraria, como establecer un monto económico para compensar a alguna de las partes por la cesión del territorio que reclama como suyo, es evidente que los tribunales agrarios y el procedimiento legal establecido se han visto rebasados.
El cuestionamiento sería, ¿acaso la violencia y la muerte de personas que se ha generado por varias décadas en los pueblos de Oaxaca a costa de defender sus territorios, no ha sido motivo suficiente para que los tres niveles de gobierno intervengan?
