La ola de calor, la falta de lluvia y la sequía extrema, dejaron un saldo no muy favorable al sector ganadero en la región del Istmo de Tehuantepec, durante este 2023, así lo afirman los productores.
En el 2017 la sequía provocó la muerte de más de mil cabezas de ganado y algo similar ocurrió a mediados del año en curso, cuando se reportó la muerte de 450 cabezas de ganado, la mayoría de estos ejemplares eran de ganaderos de la zona oriente de la región del Istmo y la Costa Oaxaqueña.
Se estima que la producción de leche se tuvo una caída del 15%, y el principal factor es la falta de alimento para el ganado.
Esto también afectó a los productores de carne, ya que según se la información proporcionada por la Asociación Ganadera Xavicende de Juchitán, Oaxaca, la carne que se consume en esta ciudad es proveniente en su mayoría del Estado de Veracruz.
Anualmente los ganaderos del Istmo de Tehuantepec vendían unas 300 mil cabezas de ganado en pie a los compradores del norte y centro del país, y para el cierre de este año, no se alcanzó esa meta, por la escasez de lluvia en la región.
Otro de los problemas que enfrentan los ganadores de la ciudad de Juchitán, es la falta de un Rastro Tipo Inspección Federal (TIF), que les permita certificar la carne y poder exportar sus productos. Este proyecto lleva mas de una década de no poder aterrizar.
En el Istmo de Tehuantepec se ubica más del 50 por ciento del inventario ganadero del estado de Oaxaca. La UGRIT agrupa a 85 asociaciones ganaderas de 42 municipios en todo el Istmo de Tehuantepec, de las cuales, cada una integra a 100 socios, sumando así 8 mil 500 productores, quienes cada uno tiene un promedio de 35 cabezas de ganado.