Los dueños de arrendadoras y banquetes en la región del Istmo de Tehuantepec, atraviesan uno de sus escenarios más críticos en temas financieros; cierre de sucursales, cancelación de eventos, reducción de personal y falta de ingresos, son algunas de las afectaciones expuestas a más de 8 meses del desarrollo de la pandemia por el Covid-19.
Javier Enrique Herrera Robledo, propietario de Banquetes Herrera Robledos, manifestó que de forma particular en estos meses de parálisis de eventos sociales y masivos, registra la cancelación de por lo menos 50 eventos, lo que representaría un ingreso promedio de un millón de pesos.
El cierre de establecimientos que ofrecen servicios de banquetes para fiestas y eventos sociales, se ha duplicado en los últimos meses, otros más han tenido que cambiar su giro comercial para subsistir, implicando con ello la disminución del 70% de su personal.
Empresarios señalan, que a pesar de ser respetuosos en las medidas sanitarias, aun no se ha logrado la reactivación económica en el sector, por miedo de la población y respeto a las instrucciones federales.
"Ya tuvimos que cerrar Lagunas, tuvimos que cerrar Juchitán y estamos laborando desde salina cruz, todo lo pequeño o poquito que podamos alcanzar, porque si nos ha afectado bastante fuerte, si hacemos una contabilidad más o menos de servicios y diciembre que era lo más fuerte para todos en este rubro, yo creo que se nos han ido más de 50 eventos, desafortunadamente yo contaba con 15 personas, ahorita estamos laborando nada más 6, las otras personas las tuvimos que mandar a descansar, no es de mi agrado, porque sé que todos tenemos la necesidad , pero lamentablemente ya no tenemos ingresos para sostener a toda la plantilla de personal"