A través de videos difundidos en redes sociales, pudimos se testigos del maltrato a Cuervo, un caballo que seguramente en múltiples ocasiones fue golpeado por una persona del municipio de Juchitán dedicado a la recolección de basura a través de un viejo carretón.
El caso llego hasta las oficinas del ministerio público dada la protección que colectivo y protectores de animales han buscado en éste y otros casos.
Y pese a que desde el 2024, Oaxaca aprobó una reforma al Código Penal que endureció las sanciones por maltrato animal que incluyen prisión de uno a cinco años y multas para quienes cometan actos de maltrato, como lesiones, abandono y privación de necesidades básicas o cárcel hasta por ocho años para quienes causen la muerte intencional de un animal con métodos violentos o difundan imágenes del acto.
La tipificación del maltrato animal como delito ha logrado una sentencia condenatoria, de al menos 20 casos que se registraron para el 2023, la Fiscalía General del Estado abrió 50 carpetas de investigación pero sin registrar detenciones. Algunos casos documentados incluyen perros arrastrados por vehículos y gatos mutilados en prácticas de brujería. Incluso para 2024, más de 30 casos continúan sin solución, lo que demuestra la falta de aplicación de la ley.
La otra realidad es también para las asociaciones protectoras de animales, enfrentan no solo una situación económica por los cuidados de alimentación, medicación y espacios ante la falta de sobrecarga de distintas especies, sino también conflictos vecinales, sociales y hasta políticos ante la falta de criterios ya establecidos en las leyes y en los derechos de los animales.
Según los Activistas de Protección Animal de Oaxaca (Apaoax) rescatan al menos 3 animales maltratados por día, En Oaxaca, se estima que más de 100,000 perros viven en situación de calle, con un 70% de ellos abandonados por sus dueños, donde poco se invierte en los municipios para tener un control sanitario al respecto pero además de acuerdo con información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, se estima que quienes abusan de los animales tienen cinco veces más probabilidades de cometer delitos violentos contra las personas, cuatro veces más de cometer delitos contra la propiedad y tres veces más de tener antecedentes relacionados con drogas o alteración del orden público.