Aunque la región del istmo no ha registrado casos de infanticidios, existen instituciones civiles como el Centro de Apoyo y Atención a la Mujer Istmeña (CAAMI), que alerta a las autoridades para que atiendan este fenómeno y presenten una política pública para que no se registren casos de este tipo en esta zona de la entidad.
Rogelia González Luis, fundadora del Grupo de Mujeres 8 de Marzo, dio a conocer que no se tiene un registro de la violencia que viven los infantes, pero hay signos de alarme que deberían de ser atendidas con prontitud, para evitar que estos terminen en tragedia, como la violencia intrafamiliar, le inseguridad que atraviesa la región y la pobreza extrema que son los principales factores.
Explicó que existen 30 millones de personas en pobreza extrema en el país, y el 50 por ciento de estos son niños y niñas, por lo que resultan vulnerables de la violencia, por ser un sector que puede sufrir explotación laboral y sexual, que puede terminar en un infanticidio.