El martes 19 de junio, alrededor del mediodía se registró una fuga de combustóleo, procedente de la refinería Antonio Dovalí Jaime, en inmediaciones de la agencia municipal de boca del Río, el producto mezclado con agua, comenzó a brotar por una fisura en la barda, cerca del área de quemadores, desembocando en la laguna y zona de manglares.
Posterior a estos hechos la población se agrupó en la zona de la filtración, para resguardarla y evitar que Pemex, realizará los trabajos de limpieza, esto al señalar que siempre que sucede algo similar la empresa no realiza el pago de daños adecuado ni los estudios pertinentes para conocer el grado de contaminación realizado al ecosistema.
El aceite, se concretó en un canal de agua al centro de la laguna, perjudicando directamente al ecosistema de manglares, mismo que hasta la fecha se puede percibir debido al nulo trabajo de recolección del producto.
La empresa productiva del estado, a través de un comunicado dio a conocer que luego de un recorrido por personal de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) se confirmó la presencia de emulsión de hidrocarburo siendo menor a un metro cúbico; por lo que es necesario la recuperación de forma inmediata la emulsión aceitosa encontrada, como también, recolectar todo el material que contenga emulsión de hidrocarburo impregnado, por lo que realizaron un exhorto a la población para que permitan se continúe con las acciones de atención y limpieza.
Sin embargo hasta la fecha, pobladores y autoridades de Boca del Río, señalan que aún permanece en espera de la respuesta de Pemex, para el pago de daños, que permitan iniciar los trabajos de limpieza.
La realidad es que a 9 días de los hechos, los estragos de la fuga permanecen en la zona y con las constantes lluvias propician a que las mismas se extiendan entre la laguna y manglares, sin que se llegue a acuerdo ya sean financieros o laborales entre los afectados y la empresa, para que esta contaminación sea retirada y no se siga afectando al medio ambiente.