La mañana del pasado sábado 11 de febrero en el crucero principal de Santa María Colotepec, el joven Rafael M.C., quien iba a bordo de una motocicleta en estado de ebriedad, se estampó contra un taxi del sitio Libertad por pasarse el semáforo. A pesar de que el motociclista a simple vista presentaba un cuadro de sangrado severo debido al choque, los policías municipales lo trasladaron en calidad de detenido a la cárcel local, donde falleció horas más tarde a causa de sus heridas.
La familia de la víctima señala que el joven falleció por no brindarle atención médica oportuna, porque pese a que se encontraba herido de gravedad, los uniformados lo ingresaron a una celda en estado prácticamente de inconsciencia.
Por su parte, la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) condenó la muerte del masculino en el centro de detención municipal de Santa María Colotepec, por lo que inició una investigación a través del expediente #197, mediante el cual solicitó informes a la autoridad municipal y a la Fiscalía de Oaxaca, asegurando que los separos municipales son espacios de riesgo de violaciones a los Derechos Humanos.
De acuerdo con cifras de este órgano autónomo, desde 2015 a la fecha ya se han 20 expedientes relativos a decesos de personas en prisiones municipales en Oaxaca, donde en 14 casos, las autoridades señalaron que las muertes ocurrieron por suicidio, mientras que, en seis, argumentaron la existencia de complicaciones por enfermedades o malestares de las personas detenidas, que derivaron en su muerte. Ante esto, el ex fiscal de Oaxaca, Arturo Peimbert Calvo aseguró que esto forma parte de un patrón de conducta repetitivo en el Estado.