Considerado como un acontecimiento histórico en marzo de este 2025 inicio la prueba piloto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), si tomamos en cuenta que el primer cruce comercial fue en 1907 durante el mandado del presidente Porfirio Diaz.
Se trasladaron dos cargas con 900 vehículos de la armadora surcoreana Hyundai que desembarcaron en el puerto de Salina Cruz, Oaxaca, con destino a Coatzacoalcos, Veracruz, y finalmente a Estados Unidos.
En este nodo logístico desde el 2024 modificó sus reglas pues el Servicio de Administración Tributaria (SAT), y la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), informaron que se adicionó el concepto de "Tránsito internacional de mercancías por el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec entre las aduanas de Salina Cruz y Coatzacoalcos y viceversa".
La apuesta comercial ha sido muy costosa pues en ese mismo año el gobierno federal solicitó 25, mil 12 millones de pesos de presupuesto y para los proyectos ferroviarios se destinaron 41 mil 507 millones de pesos, de los cuales, 40 mil 827 millones de pesos corresponden a subsidios y apoyos fiscales.
Para lograr con éxito esta primera prueba cabe destacar que, desde marzo de 2024, arribaron alrededor de 50 furgones Bi-Max y descargados en el hangar de la Administración del Sistema Portuario Nacional (ASIPONA) de Salina Cruz, Oaxaca, sin embargo, poco se ha informado al respecto, si se trató de una compra adicional de vagones, los costos, el origen o las cuotas a pagar por concepto de diversos impuestos.
Si bien la estrategia del Plan México a través de este corredor es una opción comercial de clase mundial, las expectativas entre la población son latentes pues se habló de inversiones con beneficios directos a más de 2.4 millones de habitantes de 79 municipios, donde 46 son de Oaxaca y 33 de Veracruz, lugares donde casi el 60 por ciento vive en condiciones de pobreza.