Abogados que asisten continuamente al Primero y Segundo Juzgado de lo Familiar en Salina Cruz, tomaron las instalaciones como una medida de presión para que sus demandas sean atendidas.
Expusieron la gravedad que representa laborar en unas instalaciones desgastadas, con muros y columnas fisuradas, espacios reducidos, con accesos y rutas de evacuación que califican de improvisadas, así como riesgosas para las personas que acuden a sus audiencias o revisar avances en sus trámites.
Denunciaron que el trato que han recibido por parte de las autoridades responsables no ha sido correcto, pues ante la petición, la respuesta fue que ellos son abogados y no ingenieros para determinar las condiciones del edificio.
Dentro de las peticiones destacan: instalaciones que garanticen la seguridad para quienes acuden al centro de justicia, que éste cuente con accesos que permitan la movilidad de personas con capacidades diferentes y de la tercera edad, baños adecuados para mujeres, hombres y personas transgénero, salas con aire acondicionado, principalmente.
Señalaron que estos momentos el juzgado se encuentra operando con el 50% de la plantilla laboral, lo cual ha generado retrasos en los procesos legales y adelantaron que una vez se incorporen todos a sus actividades, el inmueble que se encuentra ubicado en la esquina de la avenida 5 de mayo y la calle Miramar en el Barrio Cantarranas, permitirá una aglomeración de personas, pues los pasillos y oficinas son en exceso estrechos.