La violencia feminicida en Oaxaca es preocupante, y alarmante la falta de resultados de las políticas públicas de género.
De acuerdo al seguimiento hemerográfico del Centro de Documentación del Grupo de Estudios sobre la Mujer Rosario Castellanos (GESMujer), durante la administración actual, desde el primero de diciembre de 2022 hasta el 9 de octubre de 2024, se han documentado 184 casos de mujeres asesinadas violentamente en el estado, 75 en lo trascurrido del presente año.
Fue en 2018, donde se emitió la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres en el estado de Oaxaca; a la fecha, no han disminuido ni los casos de violencia contra las mujeres en todos sus tipos y modalidades, ni el número de municipios que tienen este foco rojo, por el contrario, la violencia va en aumento, no sólo en estos 40 municipios con alerta, si no que en otros que no cuentan con ella, conclusión asentada en el Centro de Estudios de las Mujeres y Paridad de Género de la 65 legislatura.
En el código penal federal, el feminicidio se castiga con cuarenta a sesenta años de prisión y de quinientos a mil días multa, sin embargo, para considerarlo como tal, se consideran más de 10 circunstanciales, lo que reduce significativamente las sentencia por este delito, de las 95 muertes violentas contra mujeres documentadas por GESMujer, solo 35 fueron consideras como feminicidios.
Hoy son las regiones de los Valles Centrales e Istmo de Tehuantepec, las que encabezan la lista de muertes violentas de mujeres, con el 29% y 24% respectivamente, panorama estadístico que se ha repetido durante los años anteriores, dejando claro la falta de voluntad política y la simulación que existe para atender esta alerta de género, quedando en programas sociales y eventos públicos y no acciones contundentes, como si se trata de cumplir por obligación y no por convicción.