En México, la violencia contra las mujeres tiene un sinfín de manifestaciones y no distingue sectores ni grado profesional, tal es el caso de la violencia obstétrica, del cual, miles de mujeres han sido víctimas a lo largo de los años durante el embarazo, y sobre todo al momento del parto.
"Por ejemplo digan, "me cortaron al momento del parto", cuando se hace la episiotomía y no me avisaron y no me dijeron, no me dijeron por qué lo estaban haciendo, entonces, aunque haya sido algo que en ese momento fue necesario, el no avisarle a la mujer, el no tomarla en cuenta, es lo que se cataloga como ya como una violencia obstétrica", explicó la especialista Natalie Díaz Morales.
Estas prácticas que suelen manifestarse mayormente en hospitales públicos, atentan contra la integridad de la mujer en un momento de vulnerabilidad, donde además de los procedimientos no indicados o sin consentimiento de la mujer, la labor del parto suele ir acompañada de frases machistas.
"Se cataloga desde daño a nivel psicológico, físico y como tal, los insultos, ya engloba toda esa violencia obstétrica", destacó, Días Morales.
De acuerdo con el último estudio realizado por la Encuesta Nacional Sobre La Dinámica De Las Relaciones En Los Hogares (ENDIREH), el 11.2 por ciento de las mujeres sufrió gritos y regaños durante el parto, en el 10.3 por ciento de los casos, denunciaron el retraso en la atención por parte del personal, porque "decían que gritaba o se quejaba mucho", el 9.9 por ciento, dijo haber sido ignorada cuando preguntaba sobre el parto o su bebé, el 9.2 por ciento fue obligada a permanecer en una posición incómoda y, el 7% reveló haber sufrido ofensas o humillaciones por parte del personal.
A nivel nacional, el 33.4 por ciento de las mujeres han sido víctimas de violencia obstétrica, según lo revela el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE); donde las más afectadas suelen ser las madres solteras, mujeres indígenas o aquellas que mantienen un nivel económico bajo.