Luego que el Gobierno Mexicano a través de la Secretaría de Cultura denunció el pasado viernes que la empresa China, de moda a bajo costo, "Shein" replicó sin autorización elementos de diseños indígenas en varias de sus prendas, especialistas en economía consideraron que dicha acusación va a sentar un precedente para que todos los productores regionales y/o artesanos comiencen a analizar la importancia de proteger sus creaciones, a fin de evitar que de manera impune empresas extranjeras sigan abusando de ellos.
El gobierno mexicano se pronunció en contra de la apropiación cultural indebida, tras detectar elementos distintivos y característicos del pueblo nahua de San Gabriel Chilac, en diversas prendas; puesto que para los pobladores no se tratan solo de "flores bordadas" sino que representan parte de su entorno biocultural y parte de su historia, en tanto que es un saber que se ha transmitido de manera generacional y cuyo sentido simbólico los representa como pueblo.
"Estas blusas y vestido se dibujan, bordan y unen completamente a mano preservando las técnicas ancestrales enseñadas de generación en generación, y su uso por parte de la comunidad de ninguna manera es considerada una moda pasajera, pues es una expresión de identidad cultural", se lee en la carta de protesta.
Se indicó que la comercialización de la prendas industrializadas por la gigante de moda a bajo costo está causando daños severos a la economía de Chilac, además de los daños morales ya que los han despojado de su "identidad como grupo". Por lo que le solicitaron a la empresa que explique públicamente con qué fundamentos privatiza una expresión cultural tradicional de propiedad colectiva, haciendo uso de elementos culturales cuyo origen está plenamente documentado.
LA CARTA DE PROTESTA DEL GOBIERNO MEXICANO ES LEGÍTIMA Y DEBE TENER CONTINUIDAD
Miguel Antonio Mascarúa especialista en economía destacó que la carta de protesta por la Secretaría de Cultura es algo legítimo y provechoso que el gobierno mexicao actúe en favor de los pequeños productores; ya que se trata de empresas que difícilmente respetan las leyes mexicanas, como la Ley Federal del Trabajo, ciertas disposiciones de hacienda, y ahora de apropiación cultural indebida.
"Si bien puede ser hasta cultural en países Asiáticos el plagio, en economías como México no, donde hay un respeto claro a los contratos, a los diseños de autor y a la propiedad intelectual", dijo. Sin embargo, teme que muchas de las actividades ancestrales, culturales, artesanales no cuentan con registro de marca, patentes o prototipos registrados, lo que complica el panorama para los grupos.
Pues este tipo de empresas opera bajo ecosistemas de negocios, que les permiten ganar millones, mientras que los artesanos de Chilac se están perdiendo de ello; "otra historia hubiera sido si la plataforma hubiera considerado a los artesanos como proveedores y establecer tratos comerciales directos", dijo
Pese a todo ello, consideró que, se trata de un presidente mediante el cual los pueblos originarios deben trabajar más de cerca con el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial, asesorarse legalmente co abogados en materia de comercio internacional y de arbitraje comercial internacional, así como implementar un mecanismo de vigilancia para evitar el plagio, sin embargo estas medidas implican altos gastos, por lo que el gobierno debe apoyarlos, "otro problema es que hay pocas autoridades y abogados que los defiendan, porque las poblaciones generalmente no saben cómo plantear las demandas internacionales", pero en ello radica la labor de los gobernantes, en garantizar las economías regionales.
Después de ello, el mercado internacional debe comenzar a ver a los productores originales, y establecer intercambios o alianzas comerciales directas, pues si las comunidades comienzan a adentrarse al comercio global, van a encontrar mejores mecanismos para vender sus productos, mejorar en términos de calidad en relación antropomórficas pero previo a ello, deben proteger sus propiedades culturales, patrimoniales e intelectuales comercialmente hablando, "las cosas que pueden plagiarse".