"Árbol ahuehuete
naciste sobre un manantial,
el agua es tu alimento
que por tus entrañas fluye.
(...) Te hiciste fuerte y gallardo
en el Valle de Tehuacán.
Algunas veces te he visto llorar,
acaso son los años de tu vejez (...)
El pueblo de San Lorenzo
se siente orgulloso de ti,
no llores más Ahuehuete
y menos querer morir"
Gilberto Huerta Martínez, Historiador y Cronista de San Lorenzo
El "Árbol Nacional" en México es el "Ahuehuete" o "Viejo de agua", nombrado así en 1921 durante la conmemoración de la independencia de aquel año; desde tiempos precolombinos sus resinas han sido utilizadas para curar heridas, úlceras, enfermedades cutáneas, dolor de dientes, reumatismo, por las sustancias anestésicas que posee; la corteza es utilizada como diurético, y se asegura que los conos y las semillas en infusión pueden curar problemas renales, resalta la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR). Es decir, el imaginario colectivo le atribuye propiedades curativas y espirituales.
En Tehuacán esta riqueza natural- histórica la comparte la junta auxiliar de San Lorenzo Teotipilco con su "Ahuehuete Viejo" a unos metros del manantial de Axoxopan; desde hace varios siglos, la investigación documental apunta entre 230 y más de 555 años.
¿Qué pasaría a nivel social si el Ahuehuete de San Lorenzo muriera?
"Deja de ser un referente simbólico, qué queda, qué lo reemplaza, nada, ese es el problema. Es un imaginario colectivo, es una memoria histórica, está dentro del tejido social, ha formado parte de generaciones, entonces a nivel emocional sería un colapso de la memoria, sería muy fuerte emocionalmente, histórica y culturalmente para Tehuacán", destacó el Doctor en Ciencias Antropológicas Gustavo López Ángel, Profesor Investigador en la facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la BUAP.
Si bien las fotografías más antiguas del Ahuehuete de San Lorenzo, datan de los años 20's, en aquella época "el manantial" como popularmente se le conoce al sitio donde se ubica, no había sido remodelado. A finales del siglo XVIII arribó a Tehuacán Don Miguel de la Grúa y Talamanca Márquez de Branciforte, el Virrey número 53 de la Nueva España (entre 1794 y 1798), tras enterarse que en está región había una vasta zona de manantiales conocidos por sus aguas curativas, y ya que padecía lo que popularmente se denomina como "mal de orín" llegó al manantial de San Lorenzo buscando alivio; ya que, por su clima, la región también era considerada como "terapéutica".
"Fue de esa manera como el Marqués de Branciforte llegó a Tehuacán a bordo de su carruaje y lo aparcó frente al manantial, él quedó admirado, y preguntó por ese árbol que desde entonces era muy frondoso, le explicaron que eran un Ahuehuete que se siembra donde hay agua o que por azares de la naturaleza ahí crecen o se reproducen", compartió Juan Manuel Gámez Andrade Cronista de Tehuacán.
"A veces pensamos en el patrimonio cultural tangible, y pensamos en una pirámide, en un monumento, en una construcción colonial, pero ese árbol también forma parte del patrimonio cultural tangible", enfatizó el Doctor e investigador López Ángel.
La remodelación al sitio del "Manantial", donde se ubica el árbol se dio entre los años 50´s y 60´s, ¿La habrá resentido el "viejo del agua" de Teotipilco? aproximadamente 36 años después aparentemente una plaga ocasionó el desgajamiento de algunas de sus ramas, y aunque parecía su fin, prevaleció.
"Ahora da tristeza, ver como del manantial emanaba mucha agua, allá había una bomba que daba para todo el pueblo y ahorita no tenemos agua", compartió una de las habitantes más longevas de San Lorenzo Teotipilco, de casi 90 años de edad.
Pese a la drástica disminución de volumen, sequía de manantiales y demás cuerpos de agua no solo en San Lorenzo sino en toda la región, los habitantes más longevos de la comunidad mantienen la esperanza del "agua", y con ello mantener vivo su tesoro natural, del cual existen datos todavía más antiguos que apuntan a una edad superior a los 555 años.
(Primera parte)