Los meses de sequía que ha atravesado la región de Tehuacán, trajeron efectos tanto al campo como para el ganado, sobre todo el caprino que se prepara para la temporada gastronómica de Matanza y Mole de Caderas, ya que al tratarse de ganado criado y alimentado en los cerros de manera natural, la escasez de pastura por la sequía de los montes, orilló a buscar zonas más alejadas para la engorda de los animales.
Willebaldo Cepeda Ramírez, introductor de ganado en la región, compartió que cada año se sigue el mismo proceso para la preparación del ganado que se sacrificará para el periodo gastronómico, especificando que por aquí culmina una temporada y se empieza a separar y preparar los animales del siguiente año, con ello garantizar puedan cumplir los estándares de peso y edad.
Una vez separados del resto del rebaño, se les lleva a zonas de la región y mixteca, aunque este año debido a la sequía se optó por zonas más altas y alejadas, donde había más pastura, ya que de lo contrario la engorda del ganado se demoraría más de lo habitual, de manera que para estas fechas los chivos se encuentran bien cebados y con ello se puede ofrecer la carne con sabor característico de la Matanza.
"Son chivos criados en el cerro desde que nacen hasta que se sacrifican, tiene una alimentación particular... se alimentan de orégano, guajillo, pasto y otras plantas características de la región", puntualizó el entrevistado.
A la par mencionó que aún cuando todavía no se tiene estimado cuantas cabezas podrían sacrificarse por introductor, si podría esperarse un menor consumo del platillo, esto a raíz de la inflación y situación económica que atraviesan las familias, pues el poder adquisitivo de la gente es menor, no es un platillo de primera necesidad.