"Yo encontré 2 caracoles y los tenemos que cuidar porque se están extinguiendo; no tienen que estar mucho en el sol o pueden morir", expuso Pedro Damián Cid Nolasco, alumno del segundo grado grupo "A", de la escuela primaria Benito Juárez.
"A mi me gusta cuidarlos, los alimento con lechuga, tomate, tortilla y pepino", indicó por su parte Ángel Alexis, otro de los pequeños que participan en el proyecto escolar de "criadero de caracoles".
"Para que los niños vayan desarrollando aprendizajes significativos; entonces los caracoles son una característica de nuestra comunidad: San Lorenzo Teotipilco y por eso empiezo a crear este proyecto, para que los niños vayan consolidando todos estos conocimientos", explicó la profesora del segundo grado grupo "A" en la Escuela Primaria Benito Juárez, Nayeli Leyva Torres.
El criadero escolar y familiar "El reino de los Caracoles", en el segundo grado de primaria surgió a raíz de la Nueva Escuela Mexicana, que da pauta a los maestros para realizar proyectos desde su contexto, ya que se prioriza el "aprendizaje situado".
"Los caracoles los veíamos en el campo, en donde sea los encontrábamos, sin embargo, ahora buscándolos no se encontraban; entonces, me pareció un proyecto increíble porque es algo propio de aquí de San Lorenzo, y que mi hijo conozca parte de lo que tiene donde él vive es maravilloso", compartió María Salomé Epitacio Macario, Madre de Familia.
Proyecto con el que buscan abordar los 4 campos formativos en educación primaria: "Lenguajes, saberes y pensamiento científico, ética, naturaleza y sociedades, así como de lo humano y lo comunitario", a través de la investigación, la revisión de las figuras geométricas para la identificación del espacio (formas) idóneo para los criaderos en función de las necesidades de los caracoles y de la cantidad de animales albergados; con el registro diario (bitácora) de lo que observan y descubren, los conocimientos compartidos a través de exposiciones y el contribuir en la preservación de un elemento vital en la cultura de Teotipilco, su comunidad.
"En nuestra comunidad se han están extinguiendo; ellos como parte de la nueva generación de adultos a futuro, pudieran ser partícipes de estos proyectos de preservación de su patrimonio, de su cultura", apuntó la profesora Nayeli Leyva Torres.
"A mi me da mucho gusto como madre de familia que esas costumbres no se pierdan; por ejemplo, mi niño no conocía los caracoles en adobo y ahorita con el proyecto que hizo la maestra, el fin de semana lo lleve a comer caracoles y me dijo que le parecieron muy ricos", resaltó Keyla Merari Cid Nolasco, Madre de Familia.
"El reino de los caracoles" también permitió que niñas y niños reforzarán sus habilidades artísticas grupales y familiares, con la creación de esculturas y piñatas inspiradas en los "moluscos"; además que a su criadero grupal le colocaron lombrices que puedan comerse el excremento generado en el criadero, y más adelante podrían derivar un segundo proyecto, el de una "lombricomposta".
"Este proyecto es muy interesante para mi, desconocía mucho de estos moluscos, y es realmente sorprendente la vida de los caracoles", mencionó la profesora del segundo grado de primaria, Nayeli Leyva Torres.
En grupo han considerado que los pequeños junto con los padres de familia puedan emprender un negocio respecto a la "comercialización de los caracoles" para la preparación del platillo típico de la comunidad "caracoles en adobo" y sus derivados, o bien para fines medicinales.
Padres de familia resaltan que con este proyecto, San Lorenzo recupera la esperanza de preservar su platillo típico y uno de sus elementos naturales más importantes "los caracoles", puesto que los niños, esta experiencia la podrán transmitir a sus generaciones venideras como cuando los ahora padres, fueron niños en Teotipilco; además que su involucramiento en un proyecto escolar de sus hijos les arraigó el sentido de "acompañamiento en su formación" e incluso se permitieron aprender de ellos.
Por su parte, los pequeños piden a la sociedad no maltratar a estos moluscos, y que en caso de encontrarlos en sus casas y considerarlos no deseables, soliciten el apoyo de quienes buscan su preservación y en última instancia, de quienes se dedican a la realización del platillo típico.