"El pequeño Garibaldi de Tehuacán", la calle 7 sur, comenzó según recuerda Conrado Castro con 79 años de edad, cuando tenía 6 años, con las memorias de su padre Braulio Castro Castro de los años 40's como músico y uno de los primeros integrantes del "Mariachi Peñafiel", en un principio nombrado "Marichi Garci Crespo", pero luego que la empresa embotelladora y refrescara cambió de nombre, también lo hizo dicha agrupación de "músicos de conservatorio y de oído".
"En la calle 7 sur entre la 3 y 5 oriente, comenzaron a arroparse los mariachis, posteriormente se fueron a la calles aledañas", recordó Juan Manuel Gámez Andrade, Cronista de Tehuacán.
"Es más, hasta a nosotros los viejos, los músicos como yo que tengo 79 años, ya hasta se me están olvidando los valses, porque nadie los pide; las polkas, nadie, lo más que se toca ahorita, es un vals de 15 años, para los novios, para los abuelitos", comentó Conrado Castro.
Después de ganar popularidad, y ya que pertenecía a una empresa, el "Mariachi Peñafiel" no podía tocar en eventos o fiestas particulares sin permiso, por lo que Braulio Castro decidió formar "El Mariachi Tehuacán" compuesto por 10 músicos.
Con referentes nacionales e inspiraciones como: "las polkas del Mariachi México", "los pasos dobles del Mariachi Vargas", el "Mariachi Perla de Occidente" o "El mariachi de Pedro Infante", "El Mariachi Nacional de Arcadio Elías", Conrado Castro, tras trabajar en "Garibaldi", por el 87 regresó a Tehuacán, con el objetivo de integrar su propio mariachi, así en el domicilio 143 de la calle 7 sur, rentó el primer espacio para él y sus músicos, siendo esa la primera agrupación de mariachis en esa zona, actualmente denominado como "Mariachi Los Gallitos Tehuacanenses" con 7 elementos.
"Me voy a Tehuacán a armar mi grupo, todavía hay gusto en Tehuacán. Comencé a armar mi mariachi, por allá encontré un localito y dije ¿Ah jijo!, pues aquí porque aquí es el mero centro; allí estaba la dueña, quien sabe qué estaba haciendo, entonces que le digo al del taxi que se parara, aparte el local, a la hora regresé, ese fue el primero, de ahí todos se comenzaron a venir para esta calle", compartió Conrado Castro quien lleva más de 50 años como mariachi.
La pandemia acrecentó la crisis "en la calle del mariachi" en Tehuacán al pasar de 24 agrupaciones a solo 10 allí instaladas, y fue hasta finales de año, en 2022 y 2023 cuando "relativamente aumentó su actividad", principalmente por las celebraciones religiosas como Calendas o Mañanitas a la Virgen de Juquila, de Guadalupe, a San Isidro Labrador, por mencionar algunas. Pero en lo que va de enero de 2024, a la semana solo tienen 3 horas de trabajo cada una con un ingreso máximo de mil 800 pesos o hasta los 2 mil pesos.
Es la pérdida del valor atribuido a la música tradicional mexicana y al traje de mariachi, lo que genera preocupación entre los "músicos" de antaño, quienes temen que en una década o un poco más, la emblemática 7 sur de los mariachis, termine por desaparecer.
"Esa música es de los abuelos dicen, esa música es pasada; sí es música pasada, cantos pasados pero cómo no es pasada la palabra mariachi, esa no acaba, se visten de mariachis, se ponen su traje de charros y son mariachis, eso no acaba y quién nos lo enseñó, lo abuelos, pero ellos ya son mariachis modernos", añadió Conrado.
Aunque el amor a la riqueza cultural de México, orilló a las nuevas generaciones de mariachis a mudarse de lo físico a lo virtual, constituyéndose a través de redes sociales, pero manteniendo a la música y trajes tradicionales intactos; tal es el caso del "Mariachi Gallos de Oro de Tehuacán" integrado desde hace 5 años por 8 jóvenes de 19 a 35 años de edad.
"Toda la música ha evolucionado, pero la música del mariachi es muy bonita y siempre lo va a ser, por eso la base del proyecto Mariachi Gallos de Oro es buscar jóvenes, niños, que les apasione un poco y con base en eso, hacerles crecer ese amor por el mariachi. Realmente creo que se necesita disciplina, eso es lo que necesita el mariachi aquí en Tehuacán, el portar correctamente y con orgullo el traje, ir bien peinados, bien arreglados, porque en nuestros hombros cae el símbolo de nuestra música mexicana", enfatizó Diego Tecua joven mariachi.
"La música tradicional se está perdiendo, lo de ahora son las canciones de jóvenes que son muy groseras, antes era un repertorio muy bonito, pero se está perdiendo mucho por los nuevos géneros, les pedimos que no olviden este tipo de música, música mexicana", exhortó Cristofer Castillo, joven mariachi.
Contra los nuevos gustos generacionales, el mariachi intenta sobrevivir y junto con él una de las más representativas calles del "Tehuacán de antes", la 7 sur que se niega a pasar a la historia; inocuos vecinos de la zona le exigieron a las autoridades municipales y estatales desarrollar un proyecto cultural que recupere esa tradición incluso como atractivo turístico, y dignifique la labor de los mariachis en la ciudad.