Los principales motivos de consulta médica en adultos mayores van desde: Demencias, Parkinson, secuelas de derrames, depresión, cataratas, retinopatías, hipoacusias, vértigos, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cardiopatías isquémicas, trastornos de la digestión (estreñimientos, diarreas, falta de apetito), hipotiroidismo, artropatías, artritis reumatoidea, osteoporosis; y aunque la atención geriátrica es a partir de los 60 años, el rango etario de consulta va de los 64 a 75 años, con mayor incidencia de mujeres.
"Que no apoyen al adulto mayor en las actividades como el ejercicio físico y la alimentación inadecuada que tienen, ya que tienen muchas enfermedades y generalmente no tienen una alimentación de acuerdo a lo que ellos necesitan; los antojitos, las cosas fritas, alimentos condimentados, son alimentos que les hacen daño, no le toman importancia, y el adulto mayor cada vez come menos", enfatizó la Doctora Karina Vicente Altamirano, Especialista en Geriatría y Gerontología.
La procuración de la salud física en el adulto mayor debe partir desde una alimentación adecuada: evitando azúcares, grasas, harinas, optar por pescado, pollo, ingesta de carne de res y cerdo una vez al mes, máximo 2, consumo de granos, semillas, fibras, cereales, leche, teses, atoles, frutas (principalmente manzana, papaya, guayaba), verduras.
"Desde que somos adultos jóvenes, prepararnos para la vejez, debe ser desde una buena alimentación y ejercicio físico, ya que todo lo que comemos y hacemos desde una etapa de adulto joven, se va a ver reflejado en la vejez", precisó la doctora Vicente Altamirano.
"En México no tenemos un sistema de salud preventiva, muchas veces estamos sobre la incidencia: ya que tenemos el problema vemos la solución; no tenemos la capacidad de entender que debemos cuidarnos, hacer chequeos médicos preventivos", consideró el Psicólogo Carlos López Méndez.
Si bien algunos adultos de edades avanzadas llegan a requerir que los cambien de posición constantemente, terapias físicas; y si bien para su salud física es fundamental aceptar la edad para evitar forzar el cuerpo y ponerse en riesgo, al tener conciencia que conforme pasa el tiempo ciertas funciones comienzan a disminuir y con ellas el ritmo de vida.
"Tener que adaptarnos a un estilo de vida acorde a nuestra edad, hacer ejercicio tanto para la salud física como mental, porque nos volvemos más sedentarios, luego ya no queremos ni salir de casa; hablar con nuestros familiares para saber cuáles son nuestras posibilidades en nuestro entorno con nuestra familia", acentúo López Méndez.
La gimnasia cerebral, acompañamiento psicológico incluso en la andropausia, menopausia, de relaciones conyugales, familiares, debe acompañarse de actividad física, ejercicio, y de todo aquello que le permita satisfacción sin riesgos al adulto mayor.
"Es algo bonito, porque hasta los años que yo tengo me siento todavía útil, trabajar nos da las fuerzas para salir adelante y no estar en una cama, no dependes de los demás sino todavía de uno, hasta donde Dios nos deje luchar", resaltó Priscila Méndez de 66 años de edad.
"Puede haber personas de 60 años y parecen de 90, como puede haber adultos de 90 años y son muy joviales, parecen de 65, 75; claro que puede trabajar un adulto mayor, pero todo va a depender de su calidad de vida, de su salud mental y física", explicó la Doctora Vicente Altamirano.
"Significa que para la mujer, al menos para mi, no es necesario tener una pareja a lado para salir adelante, para sacar a los hijos delante, de una forma honrada, de una forma en la que nuestros hijos no tienen que agachar la cara", consideró la Señora Priscila sobre el aún estar trabajando.
Niños, adolescentes, jóvenes, adultos jóvenes deben dimensionar que para una vejez plena es necesario trabajar desde las primeras etapas sobre una buena alimentación, ejercicio físico, buenos hábitos, incluso durmiendo bien: de 9 a 12 horas para niños de 6 a 12 años, de 8 a 10 horas para adolescentes de 13 a 18 años, de 7 a 8 horas para adultos y más de 10 horas para adultos mayores.