El pronóstico de desarrollo en el campo no luce alentador para los campesinos del ejido de Santiago Miahuatlán, pues al menos tres de de las mayores fuentes proveedoras de agua en la comunidad se han secado, dejando en rezago las tierras y cultivos de más de 280 comuneros.
Las siembras de maíz, frijol y chile, entre otros, disminuyen a medida que las reservas de agua escasean, siendo determinante para que los trabajos de la tierra no sean prioridad para muchas familias, quienes acuden a otras poblaciones en busca de actividades más redituables.
Los responsables del ejido de Santiago Miahuatlán reportaron hace algunos meses la ausencia de líquido en los suministros de tanda para sus tierras, llegando a la conclusión de la extinción de tres ramales que durante años habían alimentado al campo local, lo que obliga a tomar otras medidas en caso de querer rescatar el fin del ciclo agrícola y el inicio del próximo.