Deshumanización en Tehuacán, frente a hospitales duermen hasta 100 personas
"A nosotros no nos importa, al contrario, queremos una noticia de aliento. Es muy delicado estar todo el tiempo acá, sin esperanzas, sin noticias y que te digan que tu familiar ya se va de ti, pero seguimos en pie de lucha, es una incertidumbre la que se vive acá afuera", compartió con lágrimas en los ojos Rosario Vázquez Pacheco, familiar que duerme a la intemperie frente al Hospital General de Tehuacán, a la espera de la recuperación de su enfermo.
Aunque se considera "bajo" el grado de rezago social en Tehuacán, 87 mil 311 personas son vulnerables por carencias, 29 mil 277 vulnerables por ingresos, 181 mil 517 habitantes se encuentran en pobreza moderada y 23 mil 453 en pobreza extrema. Más allá de quienes "no tienen" para celebrar la navidad, están aquellos que pasarán esos días o que incluso llevan semanas durmiendo sobre cartones, en cuclillas o posición fetal cubiertos por un suéter; los más "afortunados", en pequeños refugios improvisados con cobijas y plásticos, sobre la banqueta, con la esperanza de mejoría de sus seres amados; frente a dos de los más grandes hospitales a nivel regional: El Hospital General y el Hospital de la Mujer.
Ahí, en navidad, año nuevo, regalos, convivios, juguetes es en lo último que piensan, solo el frío que cala los huesos, incluso con temperaturas de hasta 1° C que ya se han registrado en Tehuacán, y junto con la angustia, son sus más fieles compañeros. Así, Alejandro Palante, oriundo de una comunidad en la Sierra Negra de Ajalpan, lleva más de 8 días junto con 6 personas más, durmiendo sobre la banqueta del Hospital General, esperando la mejoría de su ser amado.
"Los demás se van, no se donde se van a dormir yo creo que también van a buscar donde. Dicen que no sirven los baños, entonces hay que buscar dónde", explicó Alejandro.
En abril de 2019 directivos del Hospital General de Tehuacán anunciaron la reactivación del albergue para los familiares de pacientes con prolongados tiempos de internamiento, contaba con 15 camas en dos áreas: hombres y mujeres, un comedor, una oficina de trabajo social, y una área de estancia, ya que tras la remodelación del hospital en 2013, dejó de funcionar; en enero de 2021 ante la no operación del albergue, fue instalado un "dormitorio móvil" de láminas, equipado con colchones, principalmente para quienes esperaban noticias de familiares enfermos de Covid-19, actualmente no les permiten ni siquiera hacer uso de los sanitarios. Para octubre de 2022, diputados federales dijeron haber comenzado a gestionar la construcción de un albergue para los familiares de pacientes en el Hospital de la Mujer pero se quedaron solo en "gestiones".
La mayoría de las personas que pasan semanas fuera de los hospitales, durmiendo a la intemperie provienen de municipios de la región así como de la Sierra Negra, quienes también deben estar al pendiente de los medicamentos que les piden para sus enfermos y de alimentare, por lo que les es imposible pagar hospedaje. Por ejemplo, Rosario Vázque Pacheco proveniente de Zapotitlán Salinas lleva más de una semana "esperando una noticia de aliento".
Para Rosario, "El clima está bajando demasiado y pues aquí estamos, no podemos dejar a nuestro familiar dentro si no tenemos alguna respuesta; porque tanto sufre el que está adentro en el hospital, como también nosotros que estamos afuera".
Un grupo de 8 jóvenes de una pequeña iglesia Cristiana compartieron que desde que comenzaron a repartir tortas y café caliente a las afueras de los sanatorios, tan solo entre el Hospital General y el de La Mujer les reparten alimentos hasta a 100 personas en una sola noche.
Con ello pretenden no solo darles algo caliente que se lleven al estómago, sino entregarles palabras que reconfortan sus almas y renuevan sus esperanzas. Así también prevén comenzar con la entrega de cobijas y suéteres, además de mantener la repartición de alimentos calientes por lo menos jueves, viernes y sábado.
"Más que nada nuestra iniciativa es para brindarles un oración para quienes realmente necesitan la palabra de Dios, y con este frío brindarles un cafecito, un pancito" destacó Ana Karen Barriguete, Líder de jóvenes en la Iglesia Cristiana Monte Horeb.
Para familiares de los enfermos en los hospitales, su esperanza ya no está puesta en las autoridades carentes de empatía y solidaridad, generalmente deshumanizados.
"De hecho aunque les digamos (a las autoridades) no hacen nada, a ellos no les importa cómo estamos aquí" finalizó Palante con la voz temblorosa, mientras se disponía a comenzar a colocar su refugio de esa noche.
Así pasarán las fiestas decembrina, reyes, 14 de febrero, el día de la madres, mientras la sociedad en general y autoridades continúen priorizando sus propios afanes, sobre las carencias de los más vulnerables.