A través de un comunicado la Diócesis de Tehuacán, expresó su profundo dolor por los hechos registrados en la región de la Sierra Negra, en donde desgraciadamente algunos hermanos perdieron la vida y algunos quedaron heridos, señalando que estos hechos que han causado muerte y sufrimiento en la comunidad, deben servir para hacer un fuerte llamado a despertar la conciencia de todo sobre el valor y la dignidad de la vida humana.
Señaló que en estas comunidades cristianas donde el espíritu comunitario está tan arraigado, es bueno recordar que somos hermanos y hermanas, y que la violencia nunca puede ser camino para resolver las dificultades de todo tipo que se pueden presentar a diario, indicando que la violencia jamás resuelve nada, solo hace más profunda las heridas y destruye a las familias y las comunidades.
El Obispo de esta ciudad, Gonzalo Alonso Calzada, pidió a las autoridades civiles un respetuoso llamado para que en el ejercicio de su servicio, implementen mecanismos de diálogo que ayude a resolver el conflicto que durante meses afectado la vida comunitaria del municipio de Coyomeapan.
Recalcó que la verdadera Paz no se consigue con el uso desmedido de la fuerza solo se puede alcanzar, si se obstruye sobre la justicia, por lo que suplico a todos los católicos y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, que se conviertan en artesanos de la paz, buscando lo mismo para las comunidades.
Referente a las familias de los que fallecieron, les manifiesta su cercanía y solidaridad en estos momentos de sufrimiento y dolor, asegurándoles la oración por el eterno descanso de sus deudos y para que Dios les dé fortaleza.